El Gandasegi tiene la liga en bandeja tras derrotar al Urreta en un derby de titanes

El Gandasegi tiene la liga en bandeja tras derrotar al Urreta en un derby de titanes

Sábado, 25 de abril de 2009. Colegio Gandasegi-Egia. Los equipos galdakaoztarras de fútbol sala escolar Gandasegi y Urreta se ven las caras en lo que promete ser uno de los derbis más emocionantes de los últimos tiempos. Los eternos rivales, que ocupan el primer y segundo puesto en la tabla, están empatados a puntos y tienen hoy la oportunidad de dar el paso definitivo para hacerse con la liga. Después de más de 10 años, el que aquí escribe regresa al campo donde tanto sudó defendiendo los colores de su equipo.

El partido comienza a las 10 de la mañana con puntualidad inglesa. Los minutos iniciales son de tanteo. Hay respeto. El Gandasegi da el primer aviso al estrellar un balón a la cruceta tras un tremendo testarazo del 9 del equipo. El ritmo de juego aumenta por momentos. Un disparo del 7 del Urreta desde el medio campo a punto está de abrir la lata, pero el portero lo evita con una bonita estirada. A los 15 minutos de partido los locales dan el primer zarpazo. Un centro-chut desde la banda derecha golpea en el defensa y se cuela tímidamente en la portería. La afición estalla de alegría. El goleador corre a celebrarlo con sus compañeros y de paso hace el gesto de victoria a un grupito de chicas. ¡Cómo me gustaba a mí hacer eso! Con el resultado de 1-0 a favor de los locales llegamos al descanso.

La segunda mitad comienza trepidante. A los dos minutos una asistencia magistral pone en bandeja el gol al delantero del Urreta, que define a la perfección un mano a mano con el portero, subiendo el empate al marcador. “¡Eso ha sido las galletas Chiquilín de esta mañana!”, grita de alegría el que parece ser el padre del goleador. Tras el empate se suceden dos goles más, uno para cada equipo. Llegamos a los últimos 5 minutos de encuentro con un emocionante 2-2. El resultado no beneficia a ninguno y la tensión no puede ser mayor. “Árbitro, estás como las maracas de Machín”, suelta un aficionado con tono jocoso. Y cuando todo parece indicar que el encuentro terminará en tablas, un inocente centro a la olla que remata de bolea el 9 del Gandasegi acaba en el fondo de las mallas. El tiempo no da para más y el árbitro señala el final del partido. La locura se desata en el campo. El Gandasegi tiene la liga a tiro de piedra.

Tras unos minutos de desenfreno logro llegar hasta el héroe del partido. El 9 de los locales me mira extrañado por mi ímpetu y me reconoce que no se lo cree, que tienen su primera liga en el bolsillo. Sacrificar un viernes noche ha merecido la pena. He vuelto a notar ese cosquilleo que me recorría la tripa antes de cada partido y eso no tiene precio.


Ekain Calleja Narváez
1º Com. Audiovisual y Publicidad y RR.PP.
Grupo 16 (Grupo A)
Universidad del País Vasco